C.G.R. IPLACEA ALKAL'A
C.G.R. IPLACEA ALKAL'A

Campeonato Nacional Base de Gimnasia Rítmica Individual 2013

La capital del Ebro, fue la ciudad elegida para albergar, en el último fin de semana del mes de abril, el Campeonato Nacional Base Individual de Gimnasia Rítmica. Zaragoza se vistió de gala acogiendo a 730 gimnastas de las cinco categorias: prebenjamín (manos libres), benjamín (pelota), alevín (aro), infantil (mazas) y cadete (aro), lo más granado de este deporte, procedentes de todos los rincones de España. No faltaron a esta cita, una de las más importantes del calendario gimnástico, representantes de todas las Comunidades Autónomas, incluyendo Madrid que aportó 71 inscripciones. Alcalá de Henares dejó su huella en Zaragoza con la participación de nueve componentes del Club Iplacea Alkal’a Nahar: Lucía Ortiz, Denisa Pop, Iratxe Gonzalo., Ivana Jara, Ariadna Díaz, Mónica Shenkert, Andrea Berrojalbiz, Paulina Pikula y Carmen Ortiz.

CONCENTRACION DEPORTIVA DE CUATRO DIAS

Nada más poner el pié en la capital maña a las nueve gimnastas no les queda otro remedio que tomar conciencia de a lo que se enfrentan: ni más ni menos que un campeonato nacional. El jueves daba comienzo la concentración en el Pabellón Siglo XXI, hora del encuentro: las nueve y media de la mañana. Después del viaje desde Alcalá, las niñas nerviosas, expectantes e ilusionadas se reunieron con sus entrenadoras: Belen Mansilla y Alicia Regula, para tener una primera toma de contacto con el que iba ser en esos días el centro neurálgico de este evento deportivo. Es en ese momento cuando las familias se despiden de sus hijas hasta el domingo, día en el que finaliza la competición y solo las podrán ver desde las gradas cuando llega el momento de mostrar sus ejercicios. 

Después de la intensiva sesión de entrenamiento, las nueve gimnastas, con edades comprendidas entre los ocho y quince años, bajo el cuidado y tutela de las entrenadoras se dirigen al hotel. Desde este instante comienza no solo el trabajo de mentalización y concentración desde el punto de vista deportivo, sino toda una rutina diaria programada minuto a minuto desde idas y venidas al pabellón, horarios de comidas, hasta ocupar el poco tiempo libre que les queda: esta labor sólo corresponde al equipo técnico que las acompañan, labor de gran responsabilidad y compromiso. Estas jóvenes promesas se encuentran entre las mejores gimnastas de España, aunque ya vienen preparadas y ninguna es debutante (todas han participado en otros Nacionales tanto en modalidad individual como en conjuntos), los días que se avecinan van a ser largos y duros, llenos de tensión positiva que las entrenadoras se encargan de canalizar.

Y LLEGA EL MOMENTO ESPERADO: COMIENZA LA COMPETICIÓN

El viernes a las 11:00 comienza la competición para las chicas del Iplacea. Andrea Berrojalbiz, Carmen Ortíz y Paulina Pikula son las que rompen el hielo de la representación alcalaína. Unas horas antes de la puesta en escena, las niñas se transforman: Belén y Alicia las peinan meticulosamente, las maquillan con detalle, el maillot les proporciona un porte solemne y distinguido, comienza la cuenta atrás. Previamente pasan por tres tapices de calentamiento antes de acudir a la lona principal, en ellos calientan motores, deben superar y dominar el miedo escénico, también ahí están las entrenadoras (no se separan de sus gimnastas ni un segundo) motivándoles y dando las últimas instrucciones, el resto de sus compañeras echas una piña animándolas a pié de pista.

Y llega el momento: el aviso, una señal acústica indica que tienen que tomar posición: cabeza erguida, marcando el paso, puntas bien estiradas, portando el aparato elegantemente, sintiendo el sonido lacerante de su propia respiración, inspiran profundamente intentando calmarse ,el corazón late acelerado, sudan las manos… Segundos antes de que suenen los primeros compases de la sintonía, la única visión que tienen en frente es una tribuna de tres filas ocupadas por un total de 20 juezas y tras ellas el graderío a rebosar, cientos de miradas se posan en la gimnasta, familias y seguidores emocionados y contenidos, disfrutan del espectáculo deportivo, y por supuesto las entrenadoras siempre en un segundo plano con los nervios a flor de piel.

SE LO JUEGAN TODO EN UN EJERCICIO DE MENOS DE DOS MINUTOS 

Entre el público, las juezas y el tapiz solo queda el tenue y ensordecedor sonido de la música. Arranca el ejercicio y solo tienen menos de dos minutos de actuación para lucirse, demostrar lo que valen, desplegar todo su encanto y procurar llegar a al perfección. Se evalúa meses de intensa preparación, de perseverancia en los entrenamientos, el quehacer diario y vehemente del cuerpo técnico, al fin y al cabo las gimnastas son el reflejo de las entrenadoras. En menos de dos minutos se lo juegan todo.

Cuando concluye el pase, saludo final. El cuerpo se afloja, se destensa. Visualizan y digieren su actuación. Los nervios dan paso a la euforia: besos, abrazos, sonrisas y lagrimas, también: aunque lo parezca este no es un camino de rosas, siempre hay traspiés, faltas de concentración, miedos, temores…, pero de todo se aprende, como decía Nadia Comaneci: “No le escapo a un desafío porque estoy asustada. En vez de eso, corro hacia él, porque la única manera de vencer el miedo es reventarlo bajo tus pies”. 

Una vez ya relajadas, Andrea, Carmen y Paulina no se pueden despistar, la concentración sigue su marcha, quedan seis niñas por competir, y tienen que estar todas a una. A las 7,30 del sábado toca diana floreada, en pié, hay que desayunar y rápidamente todo el equipo se dirigen al pabellón. En el ecuador del Campeonato, llega el turno de Monica Shenkert, Lucía Ortíz, y Denisa Pop, aunque ya habituadas al ritmo, están inquietas a la vez que impacientes. Las buenas coreografías ejecutadas por sus compañeras el día anterior les animan para sentirse más seguras y darlo todo. Y así fue, se dejaron la piel en el tapiz, dejando para la jornada del domingo la responsabilidad a Ivana Jara, Ariadna Díaz e Iratxe Gonzalo de dar el broche de oro a estos Nacionales, y, por supuesto, cumplen con las expectativas. Con ellas termina la participación del Iplacea Alkal’a en Zaragoza siendo los resultados de todas las chicas, brillantes. 
TODAS COINCIDEN: LO MEJOR REFORZAR LAZOS ENTRE COMPAÑERAS Y SUS ENTRENADORAS

Esta es una modesta visión aérea, de lo que viven estas niñas en un campeonato. Lo que realmente sienten, lo que les pasa por la cabeza en tantos momentos de tensión, no lo sabemos a ciencia cierta, pero en lo que sí coinciden todas es que, al margen de lo méramente deportivo: la ilusión de participar en un campeonato nacional, estar entre las mejores de España…., lo que más les ha gustado ha sido la convivencia durante estos cuatro días , bajo la batuta de sus entrenadoras: reforzar lazos entre todas, conocerse mejor, aprender a tolerarse, limar sus diferencias, apoyarse, animarse y jalearse unas a otras, y sin duda alguna, lo que se han divertido en los pocos momentos de tiempo libre que han podido disfrutar en común. 

Vuelven a Alcalá cansadas, más bien agotadas, extenuadas: muchas emociones en muy poco tiempo. Vuelven a Alcalá entusiasmadas, llenas de satisfacción y con una buena recompensa: ver a Belén y Alicia contentas, sonrientes, más que satisfechas, porque el resultado de su trabajo, proyectado en sus gimnastas, ha sido soberbio. Vuelven a Alcalá con la ilusión de prepararse fuerte y duro para el siguiente. Muchas felicidades a todo el Club de Competición Iplacea Alkal’a de Gimnasia Rítmica y que sigan cosechando muchos éxitos, se lo merecen.

 

TEXTO: LOLA LAURIDO

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